El color tiene una percepción psico-física en la
que se necesita una fuente luminosa + objeto + observador y todo ello da lugar
al color. Para que esto se cumpla, la luz que se refleja de los objetos llega
como estímulos a los ojos donde las células foto-receptoras transforman esos
estímulos como impulsos eléctricos al cerebro a través de los nervios del
cerebro. El ojo humano puede distinguir más de 10 millones de matices
diferentes, los cuales se pueden observar a través de un círculo cromático. Dentro
de la clasificación de los colores se pueden hacer de dos maneras, como primarios
aditivos: los colores primarios de esta clasificación son el rojo, el verde
y el azul; cuando estos colores se mezclan a partes iguales aparecen los
colores secundarios, que son el amarillo, el magenta y el cian; cuando los tres
primarios se mezclan al 100% aparece el color blanco, a estos colores se les
llama los colores luz. La otra clasificación se trata de la síntesis aditiva,
en la que los colores primarios son el amarillo, el magenta y el cian; al
mezclar los colores en partes iguales aparecen el rojo, el azul y el verde;
cuando se mezclan al 100% sale como mezcla el color negro, a estos colores se
les puede llamar también colores pigmento.
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